Mensaje del 28 de julio: avalancha de cifras sin norte

Por: Jorge Chávez Álvarez CEO de la Consultora MAXIMIXE*
28/07/2024
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El mensaje a la Nación dado en tono marcial por la presidenta Dina Boluarte con ocasión de las Fiestas Patrias fue un maquillaje profundo de la realidad, plagado de cifras con carencia de enfoque, conceptos claros, veracidad, prolijidad y exactitud. Se dedicó a presentar logros imaginarios y compromisos difusos irrealizables en uno a dos años, en lugar de abordar con realismo cómo solucionar los problemas álgidos que azotan a la Nación, como el aumento de la pobreza, el auge de la criminalidad, la minería y la tala ilegales, la informalidad, el narcotráfico, el cierre masivo de empresas, el desbordante déficit fiscal, el creciente endeudamiento público y privado, el último lugar que ocupan nuestros educandos en pensamiento creativo según la prueba PISA, y el desmantelamiento de la reforma educativa, entre otros.

Según la mandataria, el Perú es el país con una economía y una democracia de maravillas. En un mundo donde las palabras de un líder deben ser faros de claridad y honestidad, es desolador contemplar cómo las cifras, que deberían reflejar la realidad inmutable de los hechos, son transformadas en sombras engañosas. Corrupción no es sólo pedir coimas o joyas a cambio de favores. También hay corrupción en el discurso, que es mucho peor, porque no es solo una traición al pueblo, sino una herida infligida a la propia esencia de la democracia. ¿Qué esperanza puede albergar una nación cuyas verdades son tan frágiles como el cristal empañado por el aliento de la falsedad?

Como muestra de la desubicación de la presidenta Boluarte, tras pocos meses de haber creado la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANI) como solución al problema de corrupción e ineficiencia en la gestión de las obras públicas, ahora crea falsas expectativas al anunciar la creación de un Ministerio de Infraestructura. Este nuevo ministerio promete ser un monstruo aglutinador de una gama enorme de organismos públicos, dejando intactos al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y al Ministerio de Vivienda y Construcción.

Una reforma de esta naturaleza no puede emprenderse sin una propuesta seria de Reforma del Estado concebida sistémicamente, lo que es inviable en un gobierno tan desgastado política y socialmente. Más práctico sería reformar la actual ANI, dándole un rol facilitador del desarrollo de proyectos de inversión en infraestructura, por encargo de organismos públicos que no cuenten con capacidad técnica en infraestructura.

En cambio, la presidenta Boluarte no mencionó las anti reformas constitucionales impulsadas por el Congreso, que han sido realizadas a espaldas de la voluntad popular expresada en el último referéndum, así como en oposición a la opinión pública de todos los gremios laborales y empresariales, los fiscales de todo el Perú y la sociedad civil en su conjunto. El futuro democrático del Perú está en peligro a la luz de la extinción de una clara división de poderes del Estado y el sometimiento del Ejecutivo a un Congreso que no cuenta con el más mínimo respaldo popular, y que está comandado por una alianza mafiosa pro impunidad y pro minería y tala ilegales. Ultraizquierda y ultraderecha unidas por sabe Dios qué designios, son signos alarmantes de una democracia en peligro.

Hemos sido testigos de una retahíla de cifras que, lejos de esclarecer la realidad, la oscurecen con falsedades, ambigüedades e inexactitudes. La transparencia y la honestidad son pilares fundamentales de cualquier democracia genuina. La manipulación de datos no solo es un acto de deshonestidad, sino una afrenta directa a la dignidad de cada ciudadano peruano que merece conocer la verdad sobre la situación de su país.

Esta manipulación es un intento desesperado de mantener un status quo caracterizado por la falta de división de poderes del Estado y el sometimiento del Ejecutivo a los designios de una alianza mafiosa pro impunidad que ha capturado el Congreso de la República. Esto se hace a costa de la verdad y la justicia, lo que debemos rechazar categóricamente.

Es imperativo que cada ciudadano peruano se mantenga vigilante y activo en defensa de nuestra democracia. La transparencia y la representatividad son pilares esenciales de una democracia auténtica. No podemos permitir que las sombras de la falsedad y la corrupción destruyan el futuro de nuestro país. Es momento de exigir un liderazgo honesto, renovado, una división de poderes clara y un compromiso genuino con el bienestar de todos los peruanos. Las nuevas generaciones tienen la potestad de la palabra y la acción.


[1] Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente de su autor y no comprometen en nada a la consultora MAXIMIXE ni a ninguna otra organización a la que pertenece.